miércoles, 10 de septiembre de 2008

Una vida de película

A pesar de que Héctor Soto estudió derecho, jamás ejerció como abogado. La crítica cinematográfica fue lo que lo llevó a convertirse en periodista, transformándolo, actualmente, en uno de los comentaristas más connotados tanto de la radio como de la prensa escrita.

En una entrevista concedida hace algún tiempo, Héctor Soto dijo tener cada vez menos resistencia para ver películas malas. Esto lo hace pensar que el cine le está gustando menos y, que el verdadero cinéfilo, es quien es capaz de amar y disfrutar de las producciones cinematográficas que no son bien consideradas bajo el ojo experto de quienes saben de cine, o al menos dicen saber. Pero de lo que no le cabe duda alguna a este periodista es que siempre le han gustado las películas. Desde chico las veía junto a sus padres, y hoy, a sus 60 años, sigue manteniendo esa misma fascinación por el séptimo arte, la misma que lo llevó a convertirse en periodista, haciendo de su oficio, su profesión, y dejando de lado las leyes, carrera que estudió pero que finalmente nunca ejerció.
De todas formas Soto no sólo se quedó con el cine. Incluso se podría decir que las películas fueron su puerta de entrada a otro tipo de comentarios, llevándolo a convertirse en uno de los columnistas políticos más connotados y en un hombre que ha aportado mucho al periodismo. Basta con señalar que fue uno de los creadores de la revista Capital, publicación en la que escribe de vez en cuando.
Pero además de tener un espacio en este medio, también colabora en otros, siempre manteniéndose ligado a la opinión. En el diario La Tercera, por ejemplo, analiza los sucesos que van marcado la escena política nacional y, sobre todo, los hechos relacionados con la derecha y su accionar en distintas materias. En la radio Duna conduce junto a Fernando Villegas el programa “Terapia Chilensis”, instancia en la que se refieren a cine, actualidad y otros temas contingentes. También ha ayudado a editar libros, específicamente La travesía del desierto, del senador Andrés Allamand, y Sobre vivir, de Milán Platovsky, que trata de la vida durante el holocausto. Su publicación más reciente es una recopilación de sus trabajos por parte de Alberto Fuguet y Christian Ramírez, bajo el nombre de Una vida crítica.
Así, Soto reúne una serie de otras actividades que lo han llevado a ser denominado como uno de los hombres que más sabe sobre la derecha chilena. Paradójicamente críticas cinematográficas ya no hace, pero sí ayuda a elaborar las opiniones de Pablo Marín, quien escribe en el suplemento Cultura de La Tercera. A pesar de esto Héctor Soto sigue viendo películas como lo hacía desde pequeño, aunque ya no las considere a todas una buena inversión para gastar el tiempo.

Alejandra Vidal

No hay comentarios: